Los estudios de posgrado en nuestro país han sufrido en sus objetivos y estructura, en sus contenidos y fines, transformaciones derivadas de las necesidades económicas, sociales y culturales, que vienen marcando la compleja dinámica de los nuevos escenarios en construcción en el mundo contemporáneo. Es evidente, así mismo, que la inserción hacia el futuro de estos estudios deben responder a las demandas que en el ámbito nacional e internacional, exigen rutas y horizontes de calidad académica, científica y tecnológica, en conocimiento y su aplicación, así mismo en el arte y las humanidades.
Las necesidades que marcan el desarrollo de las comunidades del mundo, en el contexto una economía globalizada, plena de contradicciones, nos ubica y permite observar un marco de referencias para nuestra inserción en los procesos de innovación, generación de conocimiento y desarrollo de prácticas tecnológicas transformadoras, que atiendan al mismo tiempo los requerimientos cada vez más puntuales para generar opciones de desarrollo hacia una sociedad global con mayor equidad. Tal cúmulo de condiciones infiere reafirmación de los progresos positivos alcanzados, superar atrasos, advertir cambios y concebir líneas de trabajo que consoliden una estructura institucional de estos estudios, coherente con sus disposiciones.